Acondicionar un espacio de trabajo, para evitar al máximo los sonidos nocivos que interfieren en el desarrollo de la actividad, ha de ser un asunto contemplado desde el inicio del diseño del mismo. Enfatizar en la calidad acústica del espacio significa ahorrar costes y aumentar el rendimiento. En definitiva, incrementar la productividad en la empresa.

Un espacio confortable para ser productivo

En la mayoría de las encuestas sobre las condiciones del entorno de trabajo, la dificultad para mantener la concentración y la falta de privacidad se encuentran entre los principales aspectos negativos.

Numerosos estudios han demostrado que el ruido ambiental reduce significativamente la capacidad de concentración: la fuente más común de perturbación se debe a las conversaciones entre compañeros o a las comunicaciones telefónicas. De hecho, la mayoría de los procesos comerciales requieren un flujo de información que, en la práctica, se lleva a cabo digital o verbalmente, entre colegas cercanos o por teléfono. También hay otras actividades, como las comerciales, que generalmente tienen lugar por teléfono e, inevitablemente, quienes hablan por teléfono molestan a sus colegas cercanos. La consecuencia directa de esta situación es que todos hablan más alto, lo que empeora aún más la situación acústica y aumenta el nivel de sonido del entorno y el estrés de los trabajadores.

En otras ocasiones, existe la necesidad de privacidad: para una llamada personal, para reuniones con contenido privado, como evaluaciones periódicas o entrevistas de trabajo, o una reunión con un proveedor. Finalmente, la necesidad de un lugar aislado y acústicamente cómodo para videoconferencias y reuniones en línea es cada vez más común.

Un oasis de silencio en el ambiente más agitado

La cabina acústica permite crear de forma rápida espacios modulares insonorizados, idóneos para realizar llamadas telefónicas. Un elemento versátil, funcional y dinámico que es parte integrante de una nueva forma de concebir el espacio de trabajo.

Las cabinas se componen de un marco de aluminio con paredes tapizadas y de cristal, techo equipado con sistemas automáticos de iluminación y ventilación, y suelo flotante tapizado con moqueta. El vidrio y las juntas contribuyen al aislamiento desde el exterior, mientras que los paneles fonoabsorbentes garantizan la absorción acústica interna.

Una isla acústica confortable y luminosa en tan solo 120 × 120 cm que se puede colocar e integrar fácilmente en cualquier entorno, y se puede mover cuando está ensamblado gracias a su estructura autoportante.

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